Los sueños también se cumplen… si no, que lo digan las señoras de las Asociaciones del Catatumbo.
| noviembre 29 de 2024 • Fr. Juan Pablo Romero Correa, O.P. • Promotor de Justicia y Paz -Colombia |
Hicimos un corte de cuentas, después de 6 años en la región del Catatumbo colombiano; consientes de todo lo que se ha construido, pero no siempre del alcance e impacto de nuestras acciones. Al final, el tiempo pasa sin percatamos de lo que se ha hecho, y a fin de cuentas, de las bondades o no de esta tarea implementada por los frailes dominicos.
Desde 2018, la Promotoría de Justicia y Paz de la Provincia de San Luis Bertrán de Colombia; 2 años después, con la integración del Instituto de Justicia y Paz, Pablo VI de la Universidad Santo Tomás, nos dimos a la tarea de escuchar las voces de hombres y mujeres campesinos de una región tradicionalmente recordada por el paramilitarismo de los 90´s o las guerrillas, ya históricas, enquistadas en un juego de fuerzas que se alimentan de las dinámicas de una débil institucionalidad pública que ha propiciado su reconocimiento como el poder de un Estado ausente. Los ecos de esas voces nos han permitido valorar un proceso social, concebido lentamente, como delicados trazos de una obra de arte, que en 2024 ha permitido la definición y los detalles necesarios para que esa obra exhiba toda su belleza.
Muchas cosas se han intentado, y debe decirse, muchas puertas no se han abierto. A veces la resistencia la encuentras en los propios, y otras tantas, en los extraños. Siguiendo a Abraham, el padre de la fe, hemos querido creer más allá de toda duda: ¡que es posible¡ Tras bambalinas, podemos manifestar que estos años de trabajo han permitido empoderar a tres organizaciones de mujeres como una oferta necesaria, pertinente y oportuna para resolver una moratoria en una región de Colombia, como otras tantas, en las que las mujeres son el eslabón débil de la cadena, fácilmente sustituibles, y por regla general, simples espectadoras de las dinámicas del desarrollo, tradicionalmente asignado a los “machos”, varones.
Gracias a todos los que han hecho posible esta obra. Muchos de ellos anónimos, porque a fin de cuentas, el bien es silencioso. Seguimos creyendo en que la voluntad es más importante que el dinero, que cada rostro y cada vida es importante, y por eso, todos somos necesarios, y a todos nos corresponde remar. Parte de esta historia es conocida por muchos de ustedes, por tanto, en esta corta bitácora, he querido recordar que somos simplemente instrumentos de una obra que tiene como guía y timonel a Dios: Al final, los resultados dependen de Él.